Si eres un auténtico amante de la cocina mexicana, probablemente conozcas a la perfección las principales diferencias entre tacos y fajitas, dos de los platillos más populares del país azteca. Si, en cambio, eres de los que sigues dudando cómo es cada uno de ellos cada vez que visitas un restaurante mexicano, ¡no te preocupes! A continuación te damos algunas pistas para que aprendas a diferenciarlos a la primera y te conviertas en el mejor cicerone de tus familiares y amigos cada vez que tengáis ocasión de degustar estas elaboraciones tan deliciosas. ¿A qué esperas para descubrirlas?
Hace unos días, desde el blog te descubríamos las diferencias entre tacos y burritos. Ahora, en nuestro afán porque te familiarices a tope con los platillos mexicanos de cabecera, en este post recogeremos las principales diferencias entre tacos y fajitas. Se trata de otras dos de las elaboraciones más populares del país azteca que, aunque similares, también difieren en algún que otro aspecto. ¿Quieres descubrir en qué?
Diferencias entre tacos y fajitas: origen, tipo y tamaño de la tortilla
Como todo platillo o antojito mexicano, los tacos y las fajitas se comen con las manos. La primera diferencia, sin embargo, la hallamos en el origen de ambas elaboraciones. Y es que los tacos son uno de los más claros exponentes de la gastronomía tradicional mexicana. No sucede lo mismo con las fajitas, cuyo origen se sitúa en Texas, ciudad en la que se gestó lo que hoy conocemos como gastronomía Tex-Mex y que combina lo mejor de la cocina mexicana y la estadounidense.
Otra de las diferencias reside en el tipo de tortilla con la que se elaboran, ya que mientras los tacos se preparan con tortillas de harina de maíz como las que producimos a diario en Nagual, las fajitas se pueden preparar con este mismo ingrediente, aunque también es habitual encontrarlas con tortillas de trigo.
Otra de las diferencias entre tacos y fajitas es que en los primeros se utilizan tortillas con un diámetro menor.
Diferencias entre tacos y fajitas: cómo se sirven
Otro aspecto en el que difieren los tacos y las fajitas es la forma en la que se sirven. Y es que, bien te encuentres en un restaurante, bien en una velada mexicana en casa de algún amigo o familiar, los tacos llegarán a la mesa ya rellenos y listos para consumir, con su característica presentación en las que la tortilla queda doblada por la mitad. Por su parte, las fajitas no suelen servirse ya montadas, sino que las tortillas y los distintos ingredientes (carnes, verduras, salsas, etc.) vendrán por separado, en varios recipientes, para que cada comensal los combine como más le apetezca. Una vez escogido el relleno, en la fajita la tortilla se enrolla, dejando los extremos abiertos. Así es cómo estará lista para degustarse.
A la hora de cocinar los tacos y las fajitas podemos usar prácticamente los mismos ingredientes: carne de pollo, cerdo o ternera, con verduras asadas y alguna salsa -picante o no, al gusto del consumidor-, si bien es cierto que las segundas también suelen incorporar arroz o frijoles. En este video de El Comidista, Rodrigo Arrioja, chef del Restaurante Costa Pacífico de Barcelona, nos desvela algunos trucos para disfrutar al máximo de los tacos mexicanos. Uno de ellos, como no podía ser de otra manera, es que los tacos -a diferencia de las fajitas- deben comerse siempre calientes o templados, puesto que, una vez fría, la tortilla pierde muchísimo.