El Congreso de los Diputados trabaja en una Ley de Compensación Económica para Personas Celíacas. El pasado 21 de octubre, inició su tramitación parlamentaria esta proposición de ley presentada por el Partido Popular que plantea una deducción de hasta 600 euros en el IRPF por cada miembro de la unidad familiar diagnosticado con celiaquía. La lista de beneficiarios de esta ayuda quedará reflejada en un nuevo Registro Estatal de Pacientes con Enfermedad Celiaca, el cual también tendrá finalidades epidemiológicas y de planificación sanitaria.
Aunque la Ley de Compensación Económica para Personas Celíacas aún tiene camino por recorrer antes de aparecer publicada en el BOE y entrar en vigor, en Tortillas Nagual no podemos dejar de celebrar esta iniciativa pionera en España y que responde a una de las reclamaciones más acuciantes del colectivo celíaco de nuestro país.
De hecho, la propuesta de ley admite una problemática de la que las asociaciones del sector llevan tiempo alertándonos: no poder comer gluten acarrea un sobrecoste sustancial en el carro de la compra. El texto lo cuantifica en 997,85 euros anuales, aludiendo a los datos publicados por el último “Informe de precios de productos específicos para personas celíacas”, elaborado por la Federación de Asociaciones de Celíacos en España (FACE). Los datos se refieren a un solo miembro de la unidad familiar afectado por la enfermedad, pero teniendo en cuenta el factor genético de la celiaquía, es habitual que la pérdida de poder adquisitivo de este colectivo se vea agravada.
Por ejemplo, 100 gramos de pan de molde que costarían 0,23 euros, se encarecen hasta los 0,78 euros si son sin gluten. Las galletas pasan de 0,38 a 1,28 euros, y los macarrones, de 0,17 a 0,46 euros. Esta diferencia, acumulada compra tras compra, mes tras mes, acaba generando un desembolso casi 1.000 euros más alto al cabo del año.
¿Y qué explica el encarecimiento de los productos sin gluten? El estudio de FACE identifica como causas principales el precio de las materias primas, que suelen ser más costosas y con menos disponibilidad, los controles de calidad para garantizar la seguridad alimentaria, las adaptaciones de la producción y la investigación en I+D que precisa la fabricación de estos alimentos.
Por todo ello, el informe termina denunciando la desventaja económica que supone la falta de ayudas públicas al colectivo, “donde el acceso al único tratamiento viable para su salud depende directamente de su capacidad adquisitiva, generando una inequidad en el acceso a la salud y bienestar”. Por supuesto, el “único tratamiento viable” se refiere a una dieta sin gluten.
Reacciones a la Ley de Compensación Económica para Personas Celíacas
La clase política parece haber recogido el guante y disponerse a reparar este desequilibrio. De hecho, en los últimos años se han aprobado algunas iniciativas que denotan un reconocimiento al problema económico de las familias afectadas por la celiaquía. Concretamente, a principios de 2025 la aplicación del IVA superreducido (4% en lugar de 10%) del que disfrutaba el pan común se extendió a los panes sin gluten elaborados a base de cereales, como el maíz, el trigo sarraceno, el mijo, la quinoa, el arroz o el teff.
Mientras tanto, las comunidades autónomas no se han quedado de brazos cruzados. Por ejemplo, en 2026, los andaluces celíacos o con hijos que sufran esta enfermedad podrán desgravarse 100 euros en la declaración de la renta. En septiembre de 2024, Castilla-La Mancha convocó unas ayudas de 500 euros por persona celiaca, hasta un total familiar de 1.000 euros.
Ante la admisión a trámite de la Ley de Compensación Económica para Personas Celíacas, las asociaciones del colectivo expusieron su satisfacción. “Un día histórico”, dijo la Federación de Asociaciones de Celíacos de España. “Un hito histórico”, coincidió Celíacs Catalunya. “Un gran paso para sufragar el sobrecoste que supone la dieta sin gluten”, se posicionó Celíacos Madrid. Ahora es momento de negociaciones entre los grupos políticos y de enmiendas hasta dar con el texto definitivo que se votará en el Congreso. ¡Esperamos que este apoyo económico a las personas celíacas cristalice más pronto que tarde!

