Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, España ocupa el puesto 27 en el ranquin de países productores de maíz a nivel mundial. Es el noveno a escala europea. En 2021, en nuestro país se produjeron en torno a 4,4 millones de toneladas de este cereal, 200.000 más que el año anterior, lo que refleja la gran popularidad de la que goza este cultivo de origen mesoamericano, protagonista absoluto de la gastronomía americana y materia prima de nuestras tortillas de maíz. En este post, repasamos la historia del maíz en España.
El cultivo del maíz a nivel mundial se remonta unos 7.000 años atrás. Los primeros maíces fueron cultivados en los países de México y América Central, donde enseguida se convirtieron en la base de la gastronomía y la cultura regionales. Junto con el arroz y el trigo, el maíz es el cereal más consumido en el mundo, así como uno de los que más se cultivan. No en vano, su producción en 2021 ascendió a 384 millones de toneladas. Ese año, EEUU se mantuvo como el principal país productor del mundo, seguido de China y Brasil.
Una vez hecha la panorámica a nivel mundial, probablemente te preguntes qué hay de la historia del maíz en España, historia que se remonta al siglo XVI, cuando Cristóbal Colón lo trajo consigo tras su segunda incursión al Nuevo Mundo, de donde, además de este preciado cereal, también traería otros alimentos como la patata, el tomate, el pimiento, el cacao, la vainilla y varias frutas tropicales.
Cabe señalar, tal como recoge Agraria San Antón en su web, que al principio el maíz no se consideró una planta demasiado grata para el gusto de los españoles, motivo por el que se reservó para el forraje. Unos años después, coincidiendo con su desembarco también en Portugal, el cultivo de este cereal se fue consolidando en regiones de nuestro país como Castilla, Andalucía y Cataluña. No obstante, los primeros granos de maíz procedentes de América fueron plantados en la región gallega de Mondoñedo y en la asturiana de Tapia de Casariego.
Todavía pasarían varios siglos hasta que el cultivo del maíz se fue asentando en nuestro país más allá de para el forraje. De hecho, al principio, el hecho de que se requiriera poca superficie y pocos conocimientos agrícolas para su cultivo, unido a la poca carga tributaria que generaba, lo hizo el alimento estrella de las clases menos acomodadas. No sería hasta la Guerra Civil Española (1936-1939) cuando se vería su potencial para obtener productos de consumo humano como aceites, almidón o harinas, o para elaborar desde gachas a farinetas, pasando por tortas al estilo de las arepas americanas o los talos -una especie de pan- de vascos y santanderinos.
La historia del maíz en España como alimento de valor, como vemos, es relativamente reciente, lo que no quita que su consumo haya crecido exponencialmente estos últimos años. Es más, bien sea en forma de harina para preparar bizcochos, pasteles o panes, o en forma de grano para preparar ensaladas y sopas, se trata de un cereal cada vez más presente en las despensas de los hogares españoles. Más si cabe si se es amante de elaboraciones mesoamericanas como los tacos, nachos, burritos y fajitas que se pueden preparar con nuestras tortillas, tamales, empanadas, arepas o ceviches.
Hoy en día, tal y como recogen desde Duroagro, la superficie sembrada de maíz en España es de casi 344.000 hectáreas, un 21% de las cuales se concentran en Castilla y León. El Top7 de comunidades autónomas con más superficie dedicada al cultivo del maíz en nuestro país lo conformarían…
Y ahora confiesa: ¿conocías cómo fue la llegada del maíz a España y cómo evolucionó su popularidad hasta convertirse en uno de los productos más cultivados en nuestro país junto al olivo, la cebada, el trigo, la remolacha azucarera, las patatas, el arroz, los tomates y la cebolla?
Te explicamos el potencial de las tortillas de maíz para organizar una cena tipo cóctel para todos los gustos y perfiles, entre ellos personas veganas y/o celiacas.
Nagual ha desarrollado su nuevo wrap de maíz, sin gluten, de 20 cm y más flexible que las tortillas tradicionales. ¡Ideal para burritos!
