Las tortillas de maíz son un alimento sabroso, saludable y muy versátil que, además, aporta numerosas vitaminas y minerales a nuestro organismo. Todo ello explica que civilizaciones como los antiguos aztecas y mayas ya las consumieran asiduamente y que hoy en día siga siendo el pan diario de mexicanos y centroamericanos. Del mismo modo, cada vez más despensas en España tienen un espacio reservado a las tortillas de maíz por sus propiedades nutricionales. ¿Aún no las has incorporado a tu dieta?
En este artículo te damos algunos argumentos, basados en la información nutricional de las tortillas de maíz, que harán que te enamores de este alimento.
Los orígenes de las tortillas de maíz se sitúan en la cultura mesoamericana, aquella que antes de la colonización de los españoles se extendía por países como México, Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras. El 94% de la población de esas regiones todavía hoy las consume a diario, bien como acompañamiento de las comidas, bien como base de algunos platos principales.
La auténtica tortilla de maíz es redonda y plana y se elabora con harina de maíz, agua y sal. Su delicioso sabor es, junto a su consistencia esponjosa y flexible –especialmente si se calienta en la sartén o en la plancha- su mejor carta de presentación, aquello que salta a la vista, y al paladar, nada más llegar a la mesa.
Más allá de estas primeras impresiones, si ahondamos en su composición nutricional, enseguida nos daremos cuenta de los múltiples beneficios que las tortillas de maíz aportan a nuestro organismo cada vez que las degustamos en forma de tacos, quesadillas, enchiladas, wraps o creps, entre otras recetas.
Para empezar, las tortillas de maíz son bajas en grasa y ricas en fibra e hidratos de carbono, lo que explica su efecto saciante. Es por ello que, si sigues una dieta de control de peso, uno de los caprichos más saludables que puedes concederte de vez en cuando son unos tacos de verduras o de ensalada de lentejas o un wrap de lechuga con atún. Combinaciones, todas ellas, que también representan una excelente fuente de energía.
Las tortillas de maíz son asimismo unas grandes aliadas de nuestro cerebro y nuestra salud cardiovascular. Primero, por la gran cantidad de antioxidantes que contienen y que combaten los radicales libres y el envejecimiento celular. Después, por su alto contenido de vitaminas, entre las que destacan la B1, B3 y ácido fólico, que influyen positivamente en nuestro estado de ánimo, concentración, memoria y sueño. El ácido fólico, a su vez, las convierte en un antojo especialmente saludable para las mujeres embarazadas.
En comparación con otros cereales, el maíz aporta cantidades significativas de vitamina C y E, así como de provitamina A. Otro hecho que lo diferencia de ellos es que no contiene gluten, por lo que las personas celíacas también pueden disfrutar de las tortillas de maíz como los que más. A todo este abanico de nutrientes todavía hemos de sumarles minerales como el fósforo, el magnesio y el cinc.
Las tortillas de maíz, en definitiva, destacan por ser un alimento saludable y lo suficientemente versátil como para que forme parte de nuestro día a día. Si además las incorporas a tus veladas familiares o entre amigos, ¡el éxito estará asegurado!
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